Ronaldinho Gaucho está a las puertas de concluir su aventura por la Liga MX. Tras haber fichado con el Querétaro en calidad de agente libre el pasado mes de septiembre, el brasileño no ha encontrado un óptimo nivel que le permita cumplir contrato y quedarse hasta 2016. Su nombre no ha dejado de sonar con antelación en otras latitudes. Como posible destino tiene la MLS, Superliga Turca y Girabola de Angola.
A las puertas del arranque del campeonato local estadounidense, Ronaldinho figura como uno de los jugadores al que no le pierde la pista el New York City, que no ha terminado por confeccionar su plantilla. Actualmente tiene a David Villa, Frank Lampard y disponible una plaza de extranjero.
La escuadra debutante pondría en órbita el fichaje del brasileño puestiene la intención de contar con jugadores que anhelan un segundo aire. El salario de Ronaldinho no sería un obstáculo, toda vez que el club tiene recursos para ofrecer un jugoso contrato como el que dio a Lampard, quien percibirá una cifra cercana a los 8 millónes de dólares anuales.
Otro de los interesados en contar con el campeón del mundo en Corea Japón 2002 es el Besiktas. El presidente del club, Nurc Sebi, presentó una oferta formal hace un par de temporadas, pero no logró concretar el fichaje debido a que el brasileño se decantó por seguir con Atlético Mineiro. Ahora, tras una temporada redonda, en la que el club marcha como superlíder con 47 puntos y tiene altas posibilidades de jugar la Champions League el próximo año, el interés en contar con Ronaldinho se habría reactivado, según el reporte de la prensa internacional.
La última opción es el Kabuscorp angoleño, donde el presidente del club Bento Kangamb reveló que está negociando el fichaje del astro brasileño. “Desde ahora estamos negociando. Él tiene que poner fin a su contrato y después podrá unirse con nosotros. Esperamos que en junio suceda”, dijo Kangamb en declaraciones publicadas por el diario italiano la Gazzetta dello Sport.
Ronaldinho tiene las opciones sobre la mesa. Pero antes de irse deberá demostrar que a sus 33 años le queda pólvora en las botas. Ahora es propiedad del Querétaro y debe apuntalar su nivel tras un pasó efímero en el Apertura 2014 -no encumbró a Gallos ni a Liguilla- y un arranque de Clausura 2015 en el que no ha dejado buenas sensaciones debido a su bajo rendimiento.
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